03 junio 2008

¿Qué pinta Velázquez?




He aquí una de las mayores obras pictóricas de la historia del arte universal: Las Meninas. El más famoso de los cuadros de Velázquez sigue planteándonos muchos misterios imposibles de descifrar. Quizás uno de los mayores logros del artista al realizar esta obra fuera la capacidad de representar dos historias en una misma escena, la que podemos ver los espectadores, y la que permanece oculta. La que puede verse es bien conocida por todos los estudiosos del artista: aparece Velázquez a la izquierda con la paleta y el pincel, observando aquello que está pintando en el gran lienzo que tiene delante; a su izquierda, María Agustina Sarmiento, una menina, se dirige a la infanta Margarita, la hija del rey Felipe IV, que también mira hacia el espacio de lo retratado. De pie, a la izquierda de la infanta, pero algo inclinada, se sitúa doña Isabel de Velasco, hija del duque de Medinaceli. Y a su lado, los enanos Maribárbola y Nicolasito Pertusato, el cual le da una patada al perro recostado en el suelo. Detrás, entre la penumbra, y hablando, están la dueña doña Marcela de Ulloa y un mayordomo sin identificar. Y en la parte más atrasada de la composición, puede verse a José Nieto, aposentador de la reina, que desde fuera de la habitación sube unas escaleras mientras mira lo que sucede en el interior. Por último, el elemento que introduce la discordia, el espejo del fondo. En él aparecen los reyes, con lo que es lógico pensar que los que se encuentran delante del lienzo de Velázquez, en nuestro espacio, son ellos.
Efectivamente, la interpretación que argumenta que son los reyes los retratados en el cuadro, puesto que se ven reflejados en el espejo del fondo, es la más reconocida. Pero en realidad, eso no es más que una suposición, ya que no vemos ni la pintura del lienzo, ni lo que hay delante del artista. Por ello, se ha llegado a decir que los reyes no son el objetivo del maestro, sino que simplemente irrumpieron en la habitación para ver a su hija y a Velázquez, y por eso los vemos reproducidos en el espejo, causando la atención de los presentes. Esta segunda explicación se fundamenta sobre todo en el hecho de que en aquella época los reyes nunca se retrataban juntos, sino separados. Además, simbólicamente, el cuadro podría expresar una idea muy del gusto del maestro: la exaltación de la pintura como arte noble, digna de la atención de los reyes, y alejada de la artesanía. Aquellos especialistas que han optado por esta última interpretación, se centran en los dos grandes lienzos del fondo de la estancia, que se han identificado con unas copias que hizo Mazo de unos cuadros de Rubens y Jordaens. Estos representarían unas competiciones entre dioses y mortales, que acabarían con la victoria de los primeros. Así pues, la idea sería la del triunfo de la pintura sobre la artesanía, sobre las "artes mecánicas". Para enfatizar esta idea, Velázquez se retrata a sí mismo con la paleta en la mano y el pincel en suspenso, haciendo referencia al intelecto del pintor.
A estas interpretaciones clásicas, se les unió otra en la década de los 90, que atribuía al cuadro una explicación política. Tras realizar una radiografía a la pintura, salió una versión primitiva debajo del resultado definitivo, que cambiaba sustancialmente el sentido de la obra. En la versión original no aparecía Velázquez, sino un paje con un bastón de mando (elemento que se entregaba a los herederos al trono). Además, la figura de María Agustina Sarmiento tenía entre sus manos una bandeja con dulces, joyas, frutas y una copa de agua. En la infanta Margarita, se veía una expresión de rechazo ante tales ofrecimientos. Lo que supuestamente estos elementos querían decir, es que a la altura de 1656 (fecha en la que se pintó el cuadro), Margarita era la heredera a la corona española, y por eso recibía el bastón de mando y debía rechazar los placeres, las "vanidades", mostrando sus dotes de buen gobierno (lo que le llevaba a despreciar incluso el agua). Pero esta no es la versión que finalmente se presentó como definitiva. ¿Por qué razón cambió Velázquez estos elementos por otros, modificando así el sentido del cuadro? Al año siguiente, en 1657, nació Felipe Próspero, con lo que Margarita dejaba de ser heredera y esa interpretación del cuadro quedaba obsoleta. Entonces Velázquez, que ya era caballero de la orden de Santiago, repintó el lienzo, y le dotó de una nueva idea, la apología de la pintura y la nobleza del pintor. Sin embargo, aun siendo todo ello cierto, queda entonces por saber todavía lo más importante, ¿Qué pinta Velázquez en su cuadro?
Si rechazamos la versión más convencional del asunto (los retratados son los reyes), se puede llegar a pensar que Velázquez está pintando a la infanta Margarita mediante un juego de espejos. En efecto, esta idea puede parecer algo descabellada, pero no debemos olvidar que el artificio era un rasgo característico de los artistas de la época. De todas formas, lo que realmente estuviese pintando el artista en ese gran cuadro no lo sabremos nunca (para empezar porque no podemos verlo), así que tendremos que conformarnos con lo que sí podemos ver. Todo lo que hasta ahora se ha dicho no son otra cosa más que suposiciones, con lo que todos somos libres de imaginar lo que queramos. Quién sabe, quizás Velázquez nos esté retratando a nosotros.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre me han puesto muy nerviosa las hipótesis de los historiadores. Pudo ser esto, pudo ser lo otro, pudo ser ni esto ni lo otro, sino otra cosa bien distinta... Y en realidad, ¿ante qué estamos? Sólo ante suposiciones que, como tú bien dices, muy difícil es saber si son verdad. Por eso me quedo con el final de tu texto: que cada cual juegue a inventar lo que quiera, sin razonamientos rebuscados, sólo por el simple hecho de imaginar (pintura que se hace palabra, como un cuento). Así, incluso, es mucho más divertido. En mi imaginación, lo que Velázquez pinta en "Las Meninas" es el vacío´. Casi cuatro siglos después, nosotros, recreamos ese hueco con nuestros pensamientos.

Por cierto, ¡qué gran obra, si señor! Prometida queda una visita al Prado, que sé que te mueres de ganas.

Dulces besitos.

Anónimo dijo...

Recuerdo mis clases de Historia del arte... lo que dio de sí esta obra maestra. A mí, a diferencia de *) (qué manía con ponerlo al revés), me gustan las vueltas de los historiadores. Las causalidades.

Estoy por aquí.

Anónimo dijo...

Yo creo en la hipótesis de elevar la pintura como un arte noble, un arte mayor...tal vez por eso los reyes aparecen en el cuadro para apoyar esta idea. Además según tengo entendido la cruz de Santiago, es posterior al cuadro. Por lo visto Velázquez tuvo que "luchar" y demostrar que era de origen noble por parte de madre, cuando al final lo logró y por tanto la cruz él ya había muerto y el rey mandó a otro pintor que la dibujara en el cuadro.
¡En fin! lo que más admiro en los cuadros de Velázquez es la luz y la atmósfera, como con Rembrandt, que te hace pensar que en cualquier momento serás absorbida por el propio cuadro y serás trasladada a la época, como si de un túnel de tiempo se tratara.

Alfonso White dijo...

Malvada bruja del norte, tienes toda la razón, y es que a Velázquez se la ha llamado con mucho sentido "el pintor del aire".
Los espacios creados por él son tan reales que no podemos evitar preguntarnos qué esconde ese maldito lienzo.

Anónimo dijo...

Si consigues rescatarla del olvido y ponerla en su sitio, al final las cosas salen bien...

A mí hoy me ha servido una foto de hace no sé cuánto tiempo. Y aquella mañana ni lo sospechaba. O igual sí.

Otro saludo :)

Anónimo dijo...

En el buscador de Google sale esta obra. Y me he acordado de ti al verla :)